Qué preciosos! Hasta he tenido la ilusión de percibir el perfume…
Realmente, lavarse las manos con un jabón así es poco menos que un sacrilegio!!!
Besitos
Teresa
Jejeje Ay Tere, un lavado y una lágrima, se disuelve la flor de a poquito… 😉 MUchas gracias amiga, besote!!!